Muchas veces hemos visto como en la televisión o en lagunas películas se abren puertas con la ayuda de un clip, muchos podrían pensar que este es un truco imposible, pero lo cierto es que si se hace con eficacia, el truco podría funcionar.
Para poder abrir una cerradura con un clip, solo se necesitan dos clips, uno que servirá de llave de tensión y el otro servirá como ganzúa. Se puede utilizar unas pinzas para darle forma a los clips, pero también es posible hacer ese trabajo con las manos.
Una vez que se tengan los clips, se deben moldear. Para hacer la ganzúa, se debe doblar el borde del clip unas dos veces, esto hasta que se sobresalga una parte recta del mismo. Una vez que se tiene la ganzúa, se le debe dar forma de llave de tensión al otro clip, para eso se deben desdoblar todas las partes del clip, esto para que de la forma de un alambre recto, una vez que el clip tenga esa forma, se tiene que hacer una curva al final de 90º.
Con los clips ya listos para el trabajo, se puede comenzar a abrir la cerradura. Primero se debe introducir el clip que servirá como llave de tensión en la parte inferior del ojo de la cerradura. La presión se debe llevar a cabo de forma rotativa, en la dirección en la que se abre la cerradura. Luego se debe girar el clip en el sentido en que se abre la cerradura, para esto se debe saber en qué dirección va la cerradura.
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Una vez introducido el clip que sirve de llave, se debe introducir la ganzúa en la parte superior de la cerradura, luego se quita rápidamente mientras lo mueves asía arriba. Esto se debe llevar a cabo repetidas veces para localizar algunos pasadores de la cerradura. Durante el proceso, se debe hacer lo posible para ubicar todos los pasadores que estén dentro de la cerradura, y luego irlos presionando uno por uno.
Luego se tiene que mover la ganzúa hasta desbloquear todos los pasadores de la cerradura. Para esto, se tiene que mover la ganzúa aplicando tensión la llave de presión hasta desbloquearlos. La persona sabrá que los pasadores están siendo desbloqueados, cuando escuche unos chasquidos o clics.
Este truco que en un principio parece complicado, es más sencillo de lo que se espera, pero se debe tener en consideración que hay cerraduras que son más fáciles de abrir que otras.